Una comisión municipal se reunió ayer con el conseller Manera para reactivar la compras.
DIARIO DE MALLORCA.
SANSÓ. FELANITX. Una comisión municipal encabezada por el alcalde de Felanitx, Biel Tauler (PP) se reunió ayer por la mañana con el conseller de Economía, Carles Manera, para tratar de reactivar la compra de la histórica cooperativa vinícola del Sindicat, cerrada desde hace más de veinte años y que aunque catalogada como BIC, sufre el abandono del tiempo. La Denominación de Origen (DO) Pla y Llevant manifestó anteayer su deseo de que parte de la infraestructura se convierta en un laboratorio de referencia y estudio de nuevas vides y productos.
El Govern advirtió que cuando haya "un proyecto productivo" consensuado, la institución podría servir como puente para la adquisición del inmueble. "Es evidente que no podemos comprar solos un edificio que cuesta seis millones de euros y tampoco podemos convertirlo en un museo que no produzca un beneficio para al menos mantener el edificio", recordó Tauler.
Manera señaló al alcalde que los pasos a seguir pasan inevitablemente por buscar una fórmula de gestión efectiva, pero también por iniciar un estudio del precio de venta, en qué estado estructural se encuentra el edificio y cuánto costaría su rehabilitación.
"Todo debe pasar por implicar a la población, las bodegas locales y crear con todos ellos un consorcio o una fundación", dijo Tauler, quien advirtió que, de ser así, "parece que habrían más opciones, dadas las futuras trasferencias económicas del nuevo Estatut".
Está previsto que la próxima semana se reúna la comisión local para tratar el tema, que contará esta vez con un representante del Govern y otro del Consell.
Pau Ripoll, propietario del Sindicat desde la década de los ochenta, ha tasado en seis millones el edificio, aunque fuentes del Consistorio aseguran que el precio podría reducirse en hasta un millón si se permite que la propia empresa de venta de vinos de Ripoll disponga de una nave a su disposición.
El Govern advirtió que cuando haya "un proyecto productivo" consensuado, la institución podría servir como puente para la adquisición del inmueble. "Es evidente que no podemos comprar solos un edificio que cuesta seis millones de euros y tampoco podemos convertirlo en un museo que no produzca un beneficio para al menos mantener el edificio", recordó Tauler.
Manera señaló al alcalde que los pasos a seguir pasan inevitablemente por buscar una fórmula de gestión efectiva, pero también por iniciar un estudio del precio de venta, en qué estado estructural se encuentra el edificio y cuánto costaría su rehabilitación.
"Todo debe pasar por implicar a la población, las bodegas locales y crear con todos ellos un consorcio o una fundación", dijo Tauler, quien advirtió que, de ser así, "parece que habrían más opciones, dadas las futuras trasferencias económicas del nuevo Estatut".
Está previsto que la próxima semana se reúna la comisión local para tratar el tema, que contará esta vez con un representante del Govern y otro del Consell.
Pau Ripoll, propietario del Sindicat desde la década de los ochenta, ha tasado en seis millones el edificio, aunque fuentes del Consistorio aseguran que el precio podría reducirse en hasta un millón si se permite que la propia empresa de venta de vinos de Ripoll disponga de una nave a su disposición.